Se
acaba de publicar, en febrero de este año, por editorial La
Ley Thompson Reuter,
el libro “Técnica Legislativa”, de los autores Diana Susana Bichachi, Ramón,
Geronimo Brenna y Gabriela Molinari. El texto contiene
siete estudios acerca de las leyes, en los que se abordan diversas temáticas.
En el trabajo de Gabriela Molinari “Pretensiones
lingüísticas del discurso normativo”, se sitúa al discurso
normativo, como el objeto de estudio de la Técnica Legislativa
y lo define como aquél que se origina en la redacción de normas (en
sentido amplio). Este trabajo presenta un modelo de análisis, desde la perspectiva lingüístico/gramatical,
con los aportes del Análisis
lingüístico y del Análisis crítico del Discurso, siendo su objeto concientizar
a los redactores de disposiciones normativas sobre la responsabilidad
lingüística y social que les corresponde en el proceso de ideación, producción
y redacción de normas.
Ramón Geronimo Brenna, es el director
de la obra además, autor de tres de sus capítulos. El autor parte de la idea de la responsabilidad del redactor en
sentido lato, y es ese el tema central del primer capítulo de su autoría, “Introducción a la redacción de disposiciones normativas”, donde
tratado desde la óptica propia de la legística, se sostiene la idea fuerza de que la redacción de las leyes es mucho más que escribir palabras en
un papel. Así recorre los principios que orientan la redacción de las
disposiciones normativas, describe los principios de comprensibilidad, claridad
y economía de los textos, analizándolos, no ya como pretensiones lingüísticas
del discurso sino como elementos o
atributos necesarios
del lenguaje con el que construimos las normas. Los otros dos trabajos de Brenna son “La entrada en vigor de la ley” y “El largo camino de las leyes”. En el
primero se pretende realizar una puesta al día de ese importante tema,
recorriendo los distintos sistemas existentes en los diversos países y, en
especial, en el sistema de
entrada en vigor en
la Argentina .En el segundo reflexiona acerca de la ley, la técnica de redacción y las tradiciones
preponderantes.
Por su parte Diana Susana Bichachi, se
ocupa, en tres de los capítulos del libro. En “El título de las disposiciones normativas”, nos marca la
importancia de la identificación correcta y completa de las mismas, tanto de
modo general como en sus diferentes particiones internas, para facilitar la
comprensión de la finalidad de la regulación. En su segundo trabajo denominado,
“La estructura lógica sistemática de la
ley” se ocupa de explicar y desarrollar las pautas para una correcta estructura de la ley, tanto desde su
aspecto lógico como físico. Por último en “La
calidad de la ley, la técnica legislativa y los cuestionarios de evaluación”,la misma autora, desarrolla el concepto de crisis de la ley y sus
consecuencias, aportando herramientas, a partir de la Ciencia de la
Legislación, que contribuyen a la superación de esta crisis.
En todos los trabajos, con las particularidades de los enfoques y
las subjetividades de las distintas autorías, encontrarán los lectores un hilo
conductor y un denominador común, cual es la preocupación por dar respuestas racionales a
la problemática a que nos enfrenta: la redacción cuidadosa de la ley. Así, el libro se inspira y basa en la convicción de que la creación de
la ley requiere de conocimientos y de técnicas desarrolladas por distintos
saberes humanos, y que éstos pueden ser adquiridos y transmitidos por el
aprendizaje, siendo los principales destinatarios de la obra todos aquellos interesados en el proceso de
elaboración y creación de las leyes, cualquiera que sea el rol en que se desempeñen
dentro de este proceso.
Según me ha señalado Diana Bichachi, el libro, en la
actualidad, se encuentra disponible en
Argentina, pero prontamente se establecerá un mecanismo de distribución a nivel
internacional de la obra, la que me parece de gran valor y utilidad para
quiénes nos dedicamos a ésta área del conocimiento.
Felicitaciones a los autores por su iniciativa y gran
aporte doctrinario.
Interesante artículo, y por lo demás muy interesante de debatir, y me quedo con algunas impresiones que como informático tengo sobre la redacción de las leyes.
ResponderEliminar-Gabriela Molinari en su trabajo “Pretensiones lingüísticas del discurso normativo” me da la impresión que se centra en el uso correcto del lenguaje escrito para la redacción de una ley la cual, asumo mi total ignorancia en estos temas, debe ser lo menos interpretable posible por un juez.
-En cambio, Diana Susana Bichachi, en su segundo trabajo, “La estructura lógica sistemática de la ley”, se centra en lo que a mi, ignoto parecer debe ser el punto central y la elaboración de una ley.
No se si estoy muy fuera de foco, pero a mi parecer, como informático, el hecho de que las leyes no tengan una estructura jerárquica que se respete las hace vulnerables a las interpretaciones erróneas o incorrectas por parte del aparato jurídico que debe regirse por ellas.
Si las leyes fueran estructuradas sería mucho más fácil y sencillo, por ejemplo, automatizar la búsqueda de la ley adecuada que se debe aplicar en cierto caso, o hacer más sencilla cualquier modificación que se haga a posterior de su promulgación.
Escribo esto con mucha vergüenza pues sé que me estoy metiendo en tu terreno de abogados, pero con mucha patudez me atrevo a decir que la estructura es mucho más importante que el contenido, obviamente desde el punto de vista de la eficacia en la aplicación correcta del espíritu de la ley.
Espero que se entienda mi punto de vista.